Convirtiendo en energía el movimiento de las olas

Considerando que los océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra, la energía mareomotriz se alza como una fuente potencialmente ingente –e inexplorada– de energía renovable.

El problema radica en que la mayoría de los convertidores de energía del oleaje son demasiado grandes y costosos para ser viables comercialmente. La empresa sueca CorPower Ocean podría tener la respuesta a este problema.

Su compacto Wave Energy Converter opera balanceándose en resonancia con las olas, amplificando el movimiento de estas y convirtiendo luego dicha fuerza en energía eléctrica. El fundador de CorPower Ocean, el cardiólogo Stig Lundbäck, inventó el concepto original basándose en los principios de bombeo del corazón humano. De igual manera que el corazón aprovecha la energía almacenada hidráulicamente para recomponerse, el Wave Energy Converter se sirve de un sistema de pretensión neumática para hacer bajar la boya después de ser levantada por una ola.

Ello permite a un dispositivo relativamente pequeño obtener una elevada cantidad de energía. Se estima que una boya de 8 metros de diámetro puede generar unos 250 kilovatios de energía, lo que supone electricidad suficiente para unos 200 hogares.

“Si nos fijamos en el potencial de la energía mareomotriz, esta podría cubrir entre el 10 y el 20 por ciento del consumo global de electricidad”, señala Patrik Möller, consejero delegado de CorPower Ocean. “Tiene papeletas para convertirse en la fuente de energía renovable más competitiva. Ofrece el quíntuple de densidad energética que el viento y diez veces más que la energía solar. El oleaje brinda menos variaciones y es más predecible que el sol y el viento, lo que te permite conocer con varios días de adelanto el nivel de flujo de energía”.

Actualmente se ensaya el Wave Energy Converter con una carga simulada de oleaje, previéndose la realización de una demostración a gran escala para 2017. Uno de los retos principales ha consistido en mantener el pequeño tamaño y ligereza de la boya, sin que ello afectara a la resistencia y durabilidad necesarias para sobrevivir a las tormentas marinas más violentas.

Ello ha implicado una serie de desafíos en lo que a la sujeción respecta. En la estructura principal del interior de la boya, CorPower Ocean ha optado por emplear tensores Superbolt por su menor exigencia de apriete en comparación con un perno sencillo, lo que facilita sobremanera el ensamblaje. Superbolt puede garantizar también una alta fiabilidad a lo largo de los 20 años de vida útil estimada de la boya. En la base de la boya se usan arandelas Nord-Lock, ya que son capaces de mantener la tensión correcta en numerosos ciclos de carga durante un período prolongado.

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