REUTILIZACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE FIJACIÓN: IMPORTANCIA DE LA LUBRICACIÓN

Si reutilizamos los elementos de fijación, ¿qué sucederá con la precarga de la unión atornillada?

Es una práctica habitual reutilizar tuercas y tornillos, siempre que éstos se encuentren todavía en buenas condiciones. Sin embargo, no siempre se presta la atención debida a la precarga (fuerza con la que el tornillo presiona a las piezas unidas, una vez apretado) en la reutilización.

Durante el apriete, las caras metálicas (entre la rosca macho y hembra, y entre la cabeza del tornillo y la tuerca) se friccionan una contra otra causando desgaste. El resultado es el aumento de la fricción y la dispersión de ésta.

La dispersión de la fricción es inherente a las uniones atornilladas, y será aún mayor si la unión no fue lubricada. Cuando los elementos de fijación se reutilizan y se aprietan a un par determinado, gran parte del par de apriete aplicado será requerido para superar la fricción y, por ello, será difícil alcanzar el par requerido. En cada reutilización sucesiva, la precarga será menor y la precisión empeorará. Lo anterior puede causar problemas cuando el diseñador haya especificado un rango de precarga para que la aplicación mantenga suficiente fuerza de amarre y que la unión atornillada supere las fuerzas externas. Finalmente, la precarga puede no ser suficiente para soportar el trabajo de la carga aplicada a la unión y, en consecuencia, fallar.

Al lubricar la unión atornillada antes de cada uso, no sólo podemos reducir la fricción y mejorar la ratio par/carga, sino que, además, podemos reducir la dispersión de la fricción y mejorar así la precisión de la precarga. La gráfica que acompaña este texto ilustra el comportamiento del par/carga en las instalaciones con y sin lubricación. Mientras que la dispersión de la precarga a un par dado es aleatoria, lograremos influir en la variabilidad de dicha dispersión con tan sencilla modificación.

Las prescripciones del fabricante en lo relativo a la lubricación, son prioritarias y deben ser seguidas. Puede ser necesario reducir el par de apriete para evitar el daño al tornillo o a las piezas de amarre.

 

 

 

 

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